Conectando con nosotros mismos y con los demás: La mentalización como una herramienta de vida

En mi camino como psicoterapeuta, siempre me ha intrigado la búsqueda de sentido en un mundo que a veces parece absurdo. En esa búsqueda, he descubierto una herramienta poderosa: la mentalización.

La mentalización, también conocida como Teoría de la mente, es una capacidad cognitiva que nos permite comprender que tanto nosotros mismos, como los demás tenemos estados mentales. Esta capacidad, que se desarrolla desde la infancia, juega un papel crucial en nuestras interacciones sociales y en nuestra comprensión del mundo.

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¿Qué es un estado mental?

Un estado mental es como una «fotografía» de lo que está sucediendo dentro de nosotros en un momento dado. Incluye nuestros pensamientos, emociones, sensaciones físicas, deseos e intenciones. Por ejemplo, si estás sintiendo alegría, esa alegría es un estado mental. Si estás pensando en tus próximas vacaciones, ese pensamiento también es un estado mental.

¿Te has detenido a observar tus propios pensamientos y emociones? ¿Alguna vez has intentado comprender realmente lo que piensa o siente otra persona? Eso es la mentalización. Es la capacidad de «leer» las mentes, tanto la propia como la de los demás. Nos permite darnos cuenta de que todos tenemos pensamientos, emociones, deseos e intenciones, y que estos pueden ser complejos e incluso contradictorios.

¿Para qué sirve la mentalización?

La mentalización es como un puente que nos conecta con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Nos ayuda a:

  • Entendernos mejor: Al observar nuestros propios estados mentales, podemos comprender por qué reaccionamos de cierta manera ante las situaciones.
  • Conectar con los demás: Al «ponernos en los zapatos del otro», podemos empatizar y construir relaciones más auténticas.
  • Encontrar nuestro camino: La mentalización nos permite explorar nuestras experiencias con curiosidad y apertura, lo que nos ayuda a construir nuestro propio sentido de la vida.

¿Cuándo falla la mentalización?

A veces, nuestra capacidad de mentalizar se ve obstaculizada por diversas situaciones que nos producen niveles altos de estrés. Existen tres «modos pre mentalizadores» o formas de responder ante el estrés, que nos indican que algo no anda bien:

  • Equivalencia psíquica: Confundimos nuestros pensamientos con la realidad. Por ejemplo, si pienso que soy un fracaso, creo que realmente lo soy, sin cuestionarlo.
  • Modo como si: Actuamos como si supiéramos lo que los demás piensan o sienten, sin comprobarlo. Por ejemplo, asumimos que nuestro amigo está enojado con nosotros solo porque no nos saludó con la misma efusividad de siempre.
  • Modo teleológico: Solo nos enfocamos en los resultados y no en los estados mentales. Por ejemplo, creemos que si alguien hace algo bueno por nosotros, es simplemente porque quiere obtener algo a cambio.

Identificar estos «modos pre mentalizadores» es el primer paso para recuperar nuestra capacidad de mentalizar y conectar con nosotros mismos y con los demás.

¿Cómo podemos practicar la mentalización?

La mentalización no es algo que se tenga o no se tenga, es una habilidad que podemos desarrollar. Puedes acudir con psicoterapeutas que tienen estudios en la psicoterapia basada en la mentalización o que tienen conocimiento especializado sobre esta.

Mientras tanto, presta atención a tus pensamientos y emociones. Intenta comprender las motivaciones y perspectivas de los demás. Y sobre todo, recuerda que todos tenemos una historia única que influye en nuestra forma de ver el mundo.

Algunos beneficios de la mentalización son:

  • Mayor autoconocimiento al explorar e identificar constantemente tus estados mentales.
  • Relaciones más auténticas y profundas al mostrar mayor interés y curiosidad por conocer a las personas.
  • Mejor manejo del estrés y las emociones, ya que lograrás identificar el estrés y podrás expresar tus emociones con mayor claridad.
  • Y sobre todo, tendrás un mayor bienestar emocional.

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Psicólogo Alexis Zaragoza

Licenciado en psicología por CENTRO ELEIA, Maestro en Psicoterapia Psicoanalítica por Universidad HUMANITAS, actualmente estudia una Maestría en Prácticas Filosóficas por CECAPFI y estudia un diplomado en Mentalización por ADIPA

Su experiencia como psicoterapeuta inicio desde el 2017

Actualmente colabora con ANALIZARTE en distintos proyectos. También se dedica a la investigación del efecto de las prácticas filosóficas en la vida cotidiana y su relación con la mentalización.

Referencias:

  1. Fonagy, P. (2021). Confianza social y la crisis epistémica de comienzos del siglo 21. UCL.

https://www.researchgate.net/publication/355983313_Confianza_Social_y_la_crisis_epistemica_de_comienzos_del_siglo_21

  1. Kernberg, O. (2011). Mentalización, mindfulness, insight, empatía e interpretación. En O.

Kernberg, La naturaleza inseparable del amor y la agresión. Perspectivas clínicas y teóricas

(pp. 43-72). American Psychiatric Publishing.

  1. Achenbach, G. B. (2021). La práctica filosófica. Editorial CECAPFI

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