En mi camino como psicoterapeuta, siempre me ha intrigado la búsqueda de sentido en un mundo que a veces parece absurdo. En esa búsqueda, he descubierto una herramienta poderosa: la mentalización.
La mentalización, también conocida como Teoría de la mente, es una capacidad cognitiva que nos permite comprender que tanto nosotros mismos, como los demás tenemos estados mentales. Esta capacidad, que se desarrolla desde la infancia, juega un papel crucial en nuestras interacciones sociales y en nuestra comprensión del mundo.
Un estado mental es como una «fotografía» de lo que está sucediendo dentro de nosotros en un momento dado. Incluye nuestros pensamientos, emociones, sensaciones físicas, deseos e intenciones. Por ejemplo, si estás sintiendo alegría, esa alegría es un estado mental. Si estás pensando en tus próximas vacaciones, ese pensamiento también es un estado mental.
¿Te has detenido a observar tus propios pensamientos y emociones? ¿Alguna vez has intentado comprender realmente lo que piensa o siente otra persona? Eso es la mentalización. Es la capacidad de «leer» las mentes, tanto la propia como la de los demás. Nos permite darnos cuenta de que todos tenemos pensamientos, emociones, deseos e intenciones, y que estos pueden ser complejos e incluso contradictorios.
La mentalización es como un puente que nos conecta con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Nos ayuda a:
A veces, nuestra capacidad de mentalizar se ve obstaculizada por diversas situaciones que nos producen niveles altos de estrés. Existen tres «modos pre mentalizadores» o formas de responder ante el estrés, que nos indican que algo no anda bien:
Identificar estos «modos pre mentalizadores» es el primer paso para recuperar nuestra capacidad de mentalizar y conectar con nosotros mismos y con los demás.
La mentalización no es algo que se tenga o no se tenga, es una habilidad que podemos desarrollar. Puedes acudir con psicoterapeutas que tienen estudios en la psicoterapia basada en la mentalización o que tienen conocimiento especializado sobre esta.
Mientras tanto, presta atención a tus pensamientos y emociones. Intenta comprender las motivaciones y perspectivas de los demás. Y sobre todo, recuerda que todos tenemos una historia única que influye en nuestra forma de ver el mundo.
Licenciado en psicología por CENTRO ELEIA, Maestro en Psicoterapia Psicoanalítica por Universidad HUMANITAS, actualmente estudia una Maestría en Prácticas Filosóficas por CECAPFI y estudia un diplomado en Mentalización por ADIPA
Su experiencia como psicoterapeuta inicio desde el 2017
Actualmente colabora con ANALIZARTE en distintos proyectos. También se dedica a la investigación del efecto de las prácticas filosóficas en la vida cotidiana y su relación con la mentalización.
https://www.researchgate.net/publication/355983313_Confianza_Social_y_la_crisis_epistemica_de_comienzos_del_siglo_21
Kernberg, La naturaleza inseparable del amor y la agresión. Perspectivas clínicas y teóricas
(pp. 43-72). American Psychiatric Publishing.
La salud mental no es una meta, sino un proceso.
Se trata del camino, no del destino.