La crisis de los veintes: un viaje hacia la autenticidad

La crisis de los veintes es un fenómeno universal que puede dejar a cualquiera con la sensación de estar perdido en el laberinto de la vida. Es una etapa de transición, de cambio y de crecimiento, pero también puede ser un momento de gran ansiedad y confusión. Sin embargo, parece que este tema está envuelto en un velo de silencio y secreto. Como si hablar de nuestras dudas, miedos y confusiones fuera algo vergonzoso o inaceptable.

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La Crisis de los Veintes: Un Proceso de Separación-Individuación

La crisis de los veintes es un momento crucial en la vida de un joven adulto. Es un período de transición, en el que se enfrenta a la tarea de dejar atrás la infancia y la adolescencia, y de establecerse como un adulto independiente. Sin embargo, este proceso no siempre es fácil. Muchos jóvenes adultos se sienten abrumados por la responsabilidad de tomar decisiones y asumir el control de sus propias vidas.

Desde el enfoque psicoanalítico, este proceso se puede entender como una separación-individuación. Es decir, un proceso por el cual el individuo se separa de sus figuras de apego (padres, cuidadores, etc.) y desarrolla su propia identidad y autonomía. Esta separación es necesaria para que el joven adulto pueda desarrollar su propia identidad y propósito en la vida.

Sin embargo, la separación-individuación no siempre es un proceso fácil. Muchos jóvenes adultos se sienten atraídos hacia la seguridad y la comodidad de la infancia, y pueden resistirse a la idea de separarse de sus padres o cuidadores. Esto puede generar sentimientos de ansiedad, miedo y confusión.

El Miedo a la Incertidumbre

La crisis de los veintes se caracteriza por un sentimiento de incertidumbre y miedo al futuro. Es como si estuviéramos parados en el borde de un abismo, sin saber qué hay debajo ni qué nos espera en el futuro. Este miedo puede ser abrumador y puede hacer que nos sintamos paralizados y sin dirección.

La Desintegración del Self

Según Kohut (1977), la crisis de los veintes es un momento de “desintegración del self”, en el que la persona experimenta una sensación de fragmentación y desconexión de su propia identidad. Esto se debe a que, durante esta etapa, las personas están en proceso de reevaluar sus creencias y valores, y de encontrar su propia identidad y propósito.

La Búsqueda de la Identidad

Es un proceso de descubrimiento de quiénes somos,que queremos y que nos hace felices. Sin embargo esta búsqueda puede ser difícil y puede requerir que nos enfrentemos a nuestros propios miedos y debilidades.

La Ansiedad y la Confusión

La ansiedad y la confusión son sentimientos comunes durante la crisis de los veintes. Es como si estuviéramos bajo una gran presión, sin saber cómo manejar las expectativas y las demandas que nos rodean. La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras: miedo al fracaso, miedo a la incertidumbre, miedo a no ser lo suficientemente bueno.

La crisis de los veintes, como oportunidad para crecer y aprender. Es un momento para descubrir nuevas pasiones e intereses, para desarrollar nuevas habilidades y para construir relaciones más profundas y significativas.

La Importancia de la Autocompasión y un Llamado a la Acción

La autocompasión es fundamental durante la crisis de los veinte. Es importante que nos tratemos con amabilidad y comprensión, y que no nos juzguemos demasiado duramente. La autocompasión nos permite ser más flexibles y adaptables, y nos ayuda a superar los obstáculos y los desafíos que se presentan en nuestro camino

Para manejar estos sentimientos, es importante que los jóvenes adultos desarrollen la autoconciencia. La autoconciencia es la capacidad de reconocer y entender nuestros propios pensamientos, sentimientos y comportamientos. Al desarrollar la autoconciencia, los jóvenes adultos pueden procesar y entender mejor sus emociones, y desarrollar estrategias para manejar la ansiedad y el miedo que surgen durante la separación-individuación.

Otra estrategia importante es establecer límites saludables con los padres o cuidadores. Esto puede ser difícil, especialmente si el joven adulto ha estado acostumbrado a depender de ellos para todo. Sin embargo, es importante que los jóvenes adultos aprendan a establecer límites saludables y a tomar decisiones por sí mismos.

Es importante que los jóvenes adultos busquen apoyo durante este proceso. Esto puede incluir hablar con amigos, familiares o profesionales de la salud mental. Al buscar apoyo, los jóvenes adultos pueden procesar y entender mejor sus emociones, y desarrollar estrategias para manejar la ansiedad y el miedo que surgen durante la separación-individuación.

En resumen, la crisis de los veintes es un proceso natural y necesario para el desarrollo de la identidad y la autonomía. Sin embargo, puede ser un proceso difícil y desafiante. Al desarrollar la autoconciencia, establecer límites saludables y buscar apoyo, los jóvenes adultos pueden manejar la ansiedad y el miedo que surgen durante la separación-individuación, y establecerse como adultos independientes y autónomos.

No es fácil, pero es necesario. Es un proceso natural y universal que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Y aunque puede ser doloroso y desafiante, también es una oportunidad para crecer, aprender y evolucionar.

Así que si estás pasando por la crisis de los veintes, recuerda que no estás solo. Recuerda que es un proceso natural y necesario, y que es una oportunidad para crecer y evolucionar.

No tengas miedo de explorar tus sentimientos y pensamientos, de cuestionar tus creencias y valores, y de establecer tus propios límites y objetivos. No tengas miedo de ser tú mismo, con tus propias fortalezas y debilidades.

La crisis de los veintes es un viaje, no un destino. Es un proceso de crecimiento y evolución, no un estado fijo. Así que no te rindas, no te desanimes. Sigue adelante, sigue explorando, sigue creciendo.

Recuerda que eres capaz de superar cualquier obstáculo, de alcanzar cualquier objetivo, y de ser la mejor versión de ti mismo. La crisis de los veintes es un desafío, pero también es una oportunidad de la que todos pasamos pero muy pocas veces hablamos.

Referencias:

Freud, S. (1910). El futuro de la terapia psicoanalítica. En Obras completas (Vol. 11, pp. 415-426). Madrid: Biblioteca

Kohut, H. (1977). La restauración del self. Madrid: Editorial Universitaria.

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