“Es el conjunto de pensamientos y emociones que experimentan los padres cuando sus hijos se van de casa, es una respuesta emocional ante la ausencia del hijo adulto que abandona el hogar” (Castro, S., 2004).
Nos vamos encontrando con que atravesar por el nido vacío es una experiencia natural en la vida de los padres. Los hijos se van de casa y la dinámica que se llevó a cabo por años, ahora cambia. Podríamos entender que desde aquí la adaptación al cambio y la aceptación de la separación va a generar múltiples emociones; tristeza y miedo por la partida, pero también felicidad por la realización de su hijo, así como la oportunidad de generar una nueva rutina.
Pero a veces atravesar este cambio, aunque socialmente es esperado, resulta más difícil de lo pensado, también dependiendo de que tanta parte de nuestra vida estaba centrada en la crianza y atención de nuestros hijos.
“Hay algo aterrador en toda metamorfosis y ante el temor de despertar siendo otra, distinta a la que ha sido hasta entonces, la mujer intenta […] seguir siendo la de antes” (Simone de Beauvoir citado en Legorreta, D., 2007)
Además del cambio que ya supone la partida de un miembro de la familia, también nos vamos encontrando con que, en la vida de los padres, surgen varios cambios personales que contribuyen a esta sensación de tristeza, vacío y resistencia a la adaptación. Así que antes de entender cómo se desarrolla el nido vacío, hay que entender cuál es el contexto en el que se desarrolla.
Entre los 40-60 años de edad nos encontramos en un periodo donde, tanto el hombre como la mujer, empiezan a bajar sus niveles de testosterona y estrógeno respectivamente, esto genera cambios neurológicos en ambos. Conforme la edad avanza, y estas hormonas disminuyen, nos vamos sintiendo más cansados, con problemas de sueño y memoria, así como cambios en el humor. Teniendo todo este contexto neurológico, sumemosle lo que psicológicamente va representando para la persona el envejecer, en esta edad se pueden despertar miedos y culpas.
La mediana edad de la vida comprende un rango etario entre los cuarenta y los sesenta años, que al ser muy prolongado permite inferir procesos psicológicos significativos para la persona. Estos procesos comúnmente han sido llamados crisis vitales, por eso algunos pueden terminar en psicopatologías, como por ejemplo la depresión; pero, otros pueden culminar en una renovación psíquica. (Montero, 2015 citado en Melavé, B., 2020)
Hay una incertidumbre en el cambio de mi rol en la sociedad, el mundo, la cultura, la mercadotecnia, todo en el entorno empieza a ser dirigido a un público más joven, lo que puede hacernos preguntarnos, ¿ahora cuál es nuestro rol? Esto, aunque es un cambio social, también tiene un impacto psicológico, replantearnos quiénes somos ahora.
Para este punto, las metas que teníamos en la juventud podrían estar cerca de ser finalizadas, hemos vivido la mitad de nuestra vida, puede ser un momento para reflexionar y replantearnos lo que hemos vivido y hacía dónde queremos ir. Con este replanteamiento vienen diferentes emociones y también una resistencia al cambio, que sigue siendo natural en este periodo de nuestras vidas, pero también difícil de atravesar.
Algo que se puede desarrollar es la culpa por el pasado, lo que hemos hecho, pero también lo que no. Puede ser tanto una oportunidad de transformación, como un periodo de dolencia y arrepentimiento, donde nos podemos sentir estancados.
Hemos hablado de en dónde nos encontramos emocional y físicamente cuando llega el momento de atravesar por el nido vacío, pero ¿cómo hacemos más fácil la separación? Para esto hay que entender primero ¿cómo nos apegamos inicialmente?
Esta teoría trata de explicarnos cómo nos relacionamos con las personas con las cuales nos apegamos, con las que tenemos más cerca y queremos. Menciona que “las experiencias buenas o malas adquiridas en este proceso emocional, quedan registradas en el mundo mental del ser humano y ponen en ejercicio las conductas de apego que se organizan de acuerdo con los sistemas conductuales” (Carmona-González, E., et. al., 2008).
Todas las experiencias que tenemos con nuestros primeros cuidadores (padres, abuelos, o personas más cercanas) tiene mucha influencia en cómo vemos las relaciones y cómo nos sentimos con las personas cercanas, ¿que hacemos para acercarnos a ellas? ¿cómo nos sentimos cuando nos separamos?
Para ello, se descubrió que había apegos que eran seguros y otros en los que las personas se sentían inseguras. De manera general vamos a explicar cada uno.
Es importante que podamos entender cómo nos apegamos con los otros para entender cómo viviremos la separación. No nos apegamos a todas las personas de la misma manera, a veces podemos sentir un apego seguro con nuestra pareja y uno inseguro con nuestros hijos, pero el identificarlo puede ayudarnos a disminuir la ansiedad de la separación y tratar de hacer cosas que nos hagan sentir más seguros de que, a pesar de la distancia, siempre podremos regresar a tener ese vínculo con nuestro hijo.
El nido vacío dependerá no solo de la situación específica de la partida del hijo de casa, si no que entendemos que los padres en esta edad se encuentran en proceso de cambio personal, cambios hormonales, autodescubrimiento y replantearse su vida. El dejar uno más de tus roles, el de ser padre, de cuidador y protector, para pasar a ser algo más, puede generar mucha incertidumbre. Nuestro rol como padre o madre no se irá, pero sí se transformará, parte de generar un apego seguro es darle la certeza a tu hijo que se confía en el, validando su crecimiento personal y también validando el trabajo de crianza que hemos hecho para que esté preparado para volar del nido.
Buscar apoyo; la pareja puede ser el apoyo más próximo ya que se está pasando por un proceso similar, pero también amistades que están o han pasado por ese proceso puede ayudar. Si se tiene la sensación de que no se cuenta con los recursos para afrontar esta etapa y las emociones son abrumadoras, siempre se recomienda acudir con un profesional que ayude a pasar por este proceso de separación.
Egresada de la licenciatura de psicología de la Universidad Autónoma de Baja California. Cuenta con un diplomado en Psicosomática por parte del Centro Eleia.
Su experiencia laboral inició en 2019 siendo asistente educativo en la Universidad Autónoma de Baja California.
Ha colaborado como asistente de investigación en proyectos con La Comisión de Salud Fronteriza México-EUA, El Colegio de la Frontera Norte y Drexel University, para conocer la salud de la población migrante de la ciudad de Tijuana. Asimismo brindó terapia Psicoanalítica a población migrante como parte del Refugee Health Alliance, además ha brindado consultas en otros espacios como el Centro Binacional de Psicoterapia Psicoanalítica JUNTOS, A. C. y desde 2023 tengo la oportunidad de ser colaboradora de Analizarte ofreciendo terapia online (Activo)
Actualmente es docente en la Universidad de Mexicali.
Peyton, D. (2007). La atención de los síntomas psicológicos durante el climaterio femenino. Avances en Psicología Latinoamericana, 25(1), 44-51. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794- 47242007000100005
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (31 de enero del 2018). ¿Qué es la andropausia?. Gobierno del México. https://www.gob.mx/issste/articulos/que-es-la-andropausia
Malavé, B. (2020). La mediana edad de la vida y su relación con el sentimiento de culpa [Tesis de licenciatura, Pontifica Universidad Católica Argentina]. https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/11640/1/mediana-edad-vidarelacion.pdf
Castro, S. (5 febrero del 2024). Síndrome del nido vacío: la tristeza de verles volar. Instituto Europeo de Psicología Positiva. https://www.iepp.es/sindrome-nido-vacio/
Carmona-González, E., Martínez-Suárez, G., Niño-Jiménez, L., Rodríguez-Barragán, A., Sierra-Puerto, P., y Uribe-Valdivieso, C. (2008). Estilos Vinculares y Afrontamiento de La Pareja en La Transición Del Nido Vacío. [Tesis de licenciatura, Universidad Piloto de Colombia]. https://repository.unipiloto.edu.co/bitstream/handle/20.500.12277/6255/ARTÍCULO%20- %20ESTILOS%20VINCULARES%20Y%20AFRONTAMIENTO%20DE%20LA%20PAREJA%2 0EN%20LA%20TRANSICIÓN%20DEL%20NIDO%20VACÍO.pdf?sequence=2
Ruiz, A. (28 de noviembre del 2023). La Extraña Situación de Mary Ainsworth. Instituto Europeo de Psicología Positiva. https://www.iepp.es/la-extrana-situacion-de-maryainsworth/
La salud mental no es una meta, sino un proceso.
Se trata del camino, no del destino.